La sal es fundamental en las comidas, ya que las pone en su punto y le da sabor, pero excederse de sal también es perjudicial.
La sal también es muy esencial para que el cuerpo funcione de manera correcta, ayuda a regular la presión arterial, la circulación y ayuda a transmitir mensajes entre los nervios y las fibras musculares.
Pero, la sal también puede causar daño, si se consume en grandes porciones.
La sal nos puede hacer mucho daño, si la consumimos sin control.
Consumir más sal significa que los riñones retienen más agua en el sistema. El problema es que eso puede traer una serie de problemas a nuestro cuerpo como el edema (hinchazón en lugares como las manos, brazos, piernas, pies y tobillos). Más fluidos en el cuerpo significa que hay más sangre corriendo por las venas y arterias lo que, con el tiempo, puede llevar a tener presiones elevadas y a la hipertensión.
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La sal también provoca sed, esto es porque el cuerpo está tratando de compensar la relación sodio – agua en el cuerpo. Beber mucha agua puede exacerbar los problemas del edema y la presión arterial. Asimismo, no beber suficiente agua pude forzar al cuerpo a extraer agua de las células lo que puede provocar deshidratación.
Las personas que consumen mucho sodio usualmente orinan con más frecuencia debido al exceso de agua. Cada vez que orinas, tu cuerpo pierde calcio por lo que se pierde fortaleza en dientes y huesos.
Algunos estudios han encontrado que el exceso de sal puede provocar úlceras en el estómago, infecciones y hasta cáncer estomacal.
No cabe duda que son muchos los daños que la sal trae a nuestra salud, no es que no la deban comer porque, en realidad, es necesaria para su bienestar. Solo tengan precaución cuando la consumimos.
