Una bisabuela de 108 años de edad que supera el covid-19 recibe el mejor regalo

El mejor regalo de navidad que hayo podido recibir. Esta señora llamada Petronila Cárdenas Quispe, de 108 años, ha superado el covid-19. Un virus, que a su larga edad, se entendía que iba a ser letal. Sin embargo ella es una luchadora y así lo ha evidenciado, ganando la batalla contra el coronavirus.

En la región de Huancavelica, en Perú, esta persona mayor ha logrado rebasar el virus que ha golpeado al mundo. Ella es madre de 9 hijos, con 15 nietos, y 5 bisnietos.

Luego de pasar una semana en el hospital con coronavirus, la anciana fue trasladada a su hogar entre aplausos y admiraciones del personal médico.

«Pasó por tiraje, le hicieron exámenes respectivos y se detectó que tenía el covidd-19. El personal de salud la cuido con cariño y juntos lograron vencer esa enfermedad.» Tras ello puso salir de alta y retornar a su vivienda a pasar la navidad con su familia, argumentó Carlos Orellana representante del Legado.

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Se muy mal y no podía respirar

La hija menor de la hoy anciana, Melissa Condori, explicó a la Agencia Peruana de Noticias (andina) que su madre «se puso mal estaba hinchada y no podía respirar». Ante esta delicada situación, la trasladaron de emergencia a otros dos hospitales y ninguno las quiso recibir porque no había camilla debido a la alta tasa de contagios de covid-19.

«Alguien nos dijo que la llevem0s al CAAT del Hipólito Unanue y allí si nos recibieron rápido. Le hicieron la prueba del covid-19 y salió positiva, tomaron placas de sus pulmones y muestras de sangre, después me dijeron que se tenía que quedar, me puse a llorar, tuve temor de no volver a ver a mi mamá», narraba su hija.

«Sus hijos han dado las gracias a los laburadores de aquel hospital por el muy buen trato que recibió su madre cuando estuvo ingresada por coronavirus. «Los doctores me llamaban para comunicarme acerca de la evolución de salud y justo un día antes me dijeron que le daban de alta. No lo podía creer hasta que fui a buscarla y regresé llorando, pero en esta ocasión de emoción. «Gracias a Dios por tanta dicha», expresó antes de volver a su hogar en San Luis.