Conoce algunos antídotos fáciles ante un envenenamiento, ¡Interesante!
|El envenenamiento es un accidente muy común, especialmente entre los niños. La mayor parte de los envenenamientos sucede por ingesta de medicamentos. También se generan con frecuencia debido a la ingestión de sustancias químicas como pesticidas, productos de limpieza, alimentos en descomposición y hongos venenosos. En las fábricas y talleres se producen intoxicantes por gases, productos químicos y metales pesados.
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Precaución
Los envenenamientos pueden causar graves daños y hasta la muerte. Se debe actuar con rapidez, por lo que es indispensable que se lleve cuanto antes a la persona envenenada al médico o al servicio de emergencia de una clínica u hospital.
Cuando el veneno ingerido ha sido una sustancia alcanina o ácido, no se debe inducir vómito, porque al salir volverá a quemar los tejidos. Es mejor utilizar algún antídoto o contraveneno inmediatamente. No se pierda tanto haciendo hervir agua y buscando plantas para preparar un antídoto. Eso puede hacerlo luego de haber dado uno de los contravenenos mencionad0s a continuación, o si vive en el campo y no tiene acceso a un médico u hospital.
Algunos de los antídotos más fáciles son los siguientes:
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Antídotos
Agua albuminosa: Batir cuatro claras de huevos en 1 litro de agua y dar el paciente. No hace daño en ningún caso. Forma compuestos insolubles con muchos venenos inorgánicos y orgánicos.
Leche: Dar leche en abundancia al paciente. Obra en forma parecida a la del agua albuminosa.
Nota: no dar leche en envenenamientos con arsénico, fósforo, cantárida, DDT o equivalentes.
Carbón vegetal en polvo: Obra mecánicamente absorbiendo las partículas de veneno. Preparado especialmente como contra veneno. Se disuelven 20 gramos en un litro en un litro de agua, que el paciente debe tomar por vasos.
Antídoto universal: Añadir a 1 litro de agua 20 gramos de carbón de óxido de magnesio (magnesia calcinada). A falta de estos elementos se puede sustituir el carbón por pan tostado bien quemado y pulverizado; la magnesia calcinada, por leche magnesia y el tanino por té bien cargado.