Pero cuando ingerimos alimentos a temperatura o tibios, en sí esto no quiere decir que sea peligroso. Pero debemos entender, que cuando está muy caliente puede traer graves consecuencias.
Con temperaturas altas la mucosa y membranas orales pueden sufrir quemaduras, podrían también desarrollarse inflamaciones, enrojecimiento, alteraciones de las papilas gustativas, perdiendo así por algunos días el sentido del gusto y la sensibilidad.
VEA SE CANSÓ DE ESTAR CON SU ESPOSO POR ESTA RAZÓN!
Como la boca es la entrada de comida será la primera área en ser afectada con las temperaturas muy calientes al comer pero más luego se afectan otras zonas como el esófago y el estómago los cuales serán irritados y enfermados, se originarían episodios de gastritis, úlceras las cuales pueden evolucionar y convertirse en un cáncer.
Debemos respetar las temperaturas permitidas en nuestro cuerpo. Comer caliente y demasiado caliente no es lo mismo ni tiene las mismas consecuencias.
Por más hambre que tengamos, debemos de esperar que la comida, se enfríe un poco más, no debemos desesperarnos por tragarnos la comida, que hasta nos adormece la lengua y esto no es señal de que las cosas vayan bien.